miércoles, 16 de noviembre de 2016

Los españoles se refuerzan contra Napoleón

FERVOR PATRIÓTICO (SP-14, SP-32 y SP-47): Durante toda la guerra se produjeron masivas incorporaciones de voluntarios españoles. En la primera fase de la guerra, el ejército de Cataluña fue reconstruido varias veces con voluntarios. De igual forma, la invasión francesa de Galicia en enero de 1809 produjo tal afluencia de voluntarios que permitió reconstruir las unidades españolas debilitadas en las derrotas previas.


Fue un componente clave de la guerra entre afrancesados y patriotas. El conflicto se desarrolló en plena crisis del Antiguo Régimen y sobre un complejo trasfondo de profundos cambios sociales y políticos impulsados por el surgimiento de la identidad nacional española, la influencia de la Iglesia, y la infiltración en las ideas de los “patriotas” de algunos ideales nacidos de la Ilustración y la Revolución Francesa, paradójicamente difundidos por la élite de los afrancesados. Tras España otros movimientos en Europa lucharan contra la opresión napoleónica con las mismas armas que habían usado los franceses inicialmente para defender su Revolución. 

VUELVE EL CUERPO DEL BÁLTICO (SP-8): En 1807, el gobierno español – entonces aliado de Francia-puso a disposición de Napoleón 14.000 hombres bajo el mando de Pedro Caro y Sureda, marqués de La Romana. En agosto de 1807 el cuerpo español estaba en  Hamburgo y Lübeck. Luego pasaron a las islas danesas de Langeland, Aröe y Thorseng. Las nuevas autoridades rebeldes españolas solicitaron a los ingleses que sus barcos notificasen al marqués de La Romana los sucesos de Madrid.


Tras una historia de “espías” bastante truculenta, el gobierno inglés hizo llegar las noticias de España, antes que los franceses al mando del mariscal Bernardotte desarmasen e internasen a los españoles. Para ello fue vital la actuación de La Romana, que aunque podría parecer estaba en connivencia con los franceses, lo que realmente hacia era contemporizar con el objeto de salvar a sus tropas y posibilitar algún día el retorno a España. Solicita la ayuda de la flota inglesa estacionada en Suecia y en septiembre embarcan en Goteburgo, y llegan a Santander el 10 de octubre. La Romana llega más tarde pues pasó por Londres, donde agradeció a Canning los esfuerzos hechos por éste para auxiliar a sus tropas. Llega por fin a La Coruña el 19 de octubre.

La Romana lucha en el norte y oeste de España durante toda la primera parte de la guerra. Cuando se disponía a marchar en socorro de Badajoz, muere de repente el 23 de enero de 1811. Al pie de su cadáver el Duque de Wellington, dijo: "El ejército español ha perdido en él su más bello ornamento, su nación el más sincero patriota, y el mundo el más esforzado y celoso campeón de la causa en que estamos empeñados"

No hay comentarios:

Publicar un comentario